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Una erupción volcánica es un poderoso recordatorio de la fuerza y del potencial devastador de los acontecimientos geológicos.
Pero ahora el avance de las Ciencias de la Tierra nos permite predecirlas.
Actualmente se controla el comportamiento externo de los volcanes, lo que incluye los niveles de temperatura y la liberación de cenizas volcánicas.
Larry Malinconico, Vulcanólogo - «A medida que el volcán comienza a calentarse y el magma se acerca a la superficie, se incrementa la emisión de dióxido de azufre y de cloruro de hidrógeno, las temperaturas van a subir aquí y en toda la zona. Vamos a ver salir mucho más gas».
Deformación del suelo
También se puede producir una deformación del suelo, en la que el suelo se eleva a medida que el magma asciende.
Monte Etna, Sicilia
Los geólogos que estudian el volcán más grande de Europa, el Monte Etna, usan en la actualidad complejos receptores de GPS para registrar los cambios de nivel de la superficie de varios centímetros, que podrían indicar el inicio de una erupción.
Pero para las predicciones a más largo plazo, los científicos recurren a la sismología: el estudio de los terremotos.
Bill McGuire, Sismólogo - «La sismología estudia los volcanes desde mediados del siglo XIX. Y es esencial porque las erupciones volcánicas no se producen sin actividad sísmica, sin terremotos».
A medida que el magma asciende, el sismógrafo registra el sonido de las rocas al romperse.
Sismología: el estudio de las vibraciones de la Tierra
Pero este método no puede predecir con precisión el momento de las erupciones.
La sismología también se puede emplear para medir la resonancia del magma.
Cuando un volcán va a entrar en erupción, el magma resuena con mayor frecuencia, lo que crea un patrón en el sismógrafo llamado «evento de largo periodo».
Evento de largo periodo
Dr. Larry Malinconico, vulcanólogo: «El volcán canta una canción, en realidad si lo prefieren es como si piara, con estas ondas mantenidas de los eventos de largo periodo».
Es como el corcho de una botella: la presión aumenta con cada onda hasta que el volcán acaba explotando.
En el año 2000, este método de estudio de los «eventos de largo periodo» permitió evacuar a decenas de miles de personas de las proximidades del volcán mexicano Popocatepetl, después de que los científicos predijeran con éxito su erupción.
Popocatepetl
4 de diciembre de 2000
Se salvaron 30.000 personas
Cabe esperar que estos avances en la predicción de la actividad volcánica permitan evitar muertes en futuras erupciones ya que antes de que entre en erupción, siempre habrá señales de aviso.